Características del modernismo literario

 Origen de la literatura del modernismo

El modernismo en la literatura latinoamericana fue un movimiento revolucionario que marcó un antes y un después en la historia literaria. sus escritores buscaron experimentar con nuevas formas de expresión, rompiendo los esquemas tradicionales.

Fue un movimiento literario que tuvo su origen en Hispanoamérica en 1885 y se extendió hasta 1915 aproximadamente.

El modernismo literario latinoamericano fue una revolución educativa en el contexto de la educación. Surgió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX como una corriente literaria que buscaba romper con las tradiciones académicas y explorar nuevas formas de expresión.

También fue una respuesta a la realidad social y política de la época. Los escritores modernistas denunciaron las desigualdades sociales y la opresión, y plantearon la necesidad de una educación inclusiva y equitativa.

Fue una auténtica revolución educativa que buscó transformar la forma en que se enseñaba y se aprendía, promoviendo la creatividad, el pensamiento crítico y la igualdad de oportunidades en el ámbito educativo.

Características del modernismo literario 

Se caracterizó por su estilo ornamental y exuberante, el uso del lenguaje poético y simbólico, así como por la búsqueda de la originalidad y la individualidad. Los escritores modernistas exploraron temas como el amor, la belleza, la melancolía y la espiritualidad, y utilizaron técnicas literarias innovadoras, como la ruptura de la sintaxis tradicional y el uso de imágenes y metáforas sugerentes.

La influencia europea en el modernismo latinoamericano 

Estuvo fuertemente influenciado por corrientes literarias europeas, especialmente el simbolismo y el parnasianismo. Los escritores se inspiraron en las obras de poetas como Charles Baudelaire y Paul Verlaine, y adaptaron sus técnicas y temáticas a la realidad Latinoamérica.

La importancia de Rubén Darío en el modernismo latinoamericano

Rubén Darío, considerado el padre del modernismo latinoamericano, jugó un papel fundamental en la difusión y consolidación del movimiento. A través de su poesía innovadora y su habilidad para combinar elementos tradicionales y vanguardistas, Darío abrió nuevos caminos para la literatura latinoamericana y sentó las bases para la generación de escritores que le siguieron.

Investigaciones encontraron la obra de José Martí y Manuel Gutiérrez Nájera que fue la primera obra del modernismo escrita entre los años 1875 y 1882, sin embargo la obra más representativa de este movimiento es Azul, escrita por Rubén Darío en el año de 1888.

Temas del modernismo

Culto a la belleza:

• Valora el cultivo del arte por el arte, por lo que hay un énfasis en las imágenes hermosas, armoniosas y exquisitas, así como en la perfección de la forma del poema. La naturaleza en el modernismo es domesticada y cuidada.

Amor:

• El tema del amor cobra un tono más erótico y sensual en la poesía modernista.

La evasión:

• Los escritores evocan un mundo fantástico de lugares lejanos y tiempos arcaicos. Predominan imágenes de la mitología greco-latina, así como personajes de otras épocas pasadas como princesas, damas y caballeros.

Indigenismo y la amenaza de EE.UU:

• El tema del indigenismo también suele ser evasionista en que no refleja la realidad actual del pueblo indígena, sino que busca recuperar el legado precolombino del pasado. También hay una preocupación por el imperialismo de los EE.UU. Este tema aparece en Cantos de vida y esperanza (1905), de Darío.

Sincretismo religioso:

• Recuperan ideas de varias religiones: el budismo, el cristianismo y la filosofía griega. El paganismo aparece frecuentemente en la deificación de la naturaleza y en las referencias a la mitología clásica (culteralismo). También muestran un interés por el ocultismo y emplean simbolismos para explorar los significados ocultos del mundo.

Escritores más importantes del modernistas

• José Asunción Silva (Colombia, 1865-1896)
  

• Rubén Darío (Nicaragua, 1867-1916)

LOS TRES REYES MAGOS

-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!

-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!

-Yo soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor, y a su fiesta os convida.
Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida.

• 
  Manuel Gutiérrez Nájera (México, 1859-1895)

"PARA ENTONCES"

Quiero morir cuando decline el día,
en alta mar y con la cara al cielo,
donde parezca sueño la agonía
y el alma un ave que remonta el vuelo.

No escuchar en los últimos instantes,
ya con el cielo y con el mar a solas,
más voces ni plegarias sollozantes
que el majestuoso tumbo de las olas.

Morir cuando la luz triste retira
sus áureas redes de la onda verde,
y ser como ese sol que lento expira;
algo muy luminoso que se pierde.

Morir, y joven; antes que destruya
el tiempo aleve la gentil corona,
cuando la vida dice aún: «Soy tuya»,
aunque sepamos bien que nos traiciona.

• 
  Ricardo Jaime Freyre (Bolivia, 1868-1933)

• José Martí (Cuba, 1853-1895)

• 
  Amado Nervo (México, 1870-1919)

Tan rubia es la niña que
que cuando hay sol, no se la ve.

Parece que se difunde
en el rayo matinal,
que con la luz se confunde
su silueta de cristal,
tinta en rosas, y parece
que en la claridad del día
se desvanece
la niña mía.

Si se asoma mi Damiana
a la ventana, y colora
la aurora su tez lozana
de albérchigo y terciopelo,
no se sabe si la aurora
ha salido a la ventana
antes de salir al cielo.

Damiana en el arrebol
de la mañanita se
diluye y, si sale el sol,
por rubia... no se la ve.